Nuevamente viniste a quedarte conmigo, escuchamos la lluvia mientras descasábamos en mi cama, esperando a que calme la lluvia y puedas irte a tu casa. Pero deseé tanto que te quedarás, que se hizo realidad. Nos dormimos abrazamos hasta el amanecer.
Lo levante como el mas quizo, con un beso, una caricia en la cara, y un gran pero gran abrazo, que hizo que nos durmiéramos un rato más. Un recuerdo lindo, como aquella primera vez...
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